El bienestar laboral se ha convertido en un tema estratégico dentro de las organizaciones. Su impacto va más allá del clima interno y se refleja en la productividad, la retención de talento y la sostenibilidad de los negocios.
Según datos recientes de la Superintendencia de Seguridad Social (SUSESO) y un análisis publicado por BioBioChile en mayo de 2025, durante 2024 los trastornos mentales y del comportamiento representaron cerca del 72 % de las denuncias por enfermedades profesionales en Chile.
A su vez, de acuerdo con el último informe de la SUSESO (2025), las licencias médicas asociadas a salud mental concentraron el 33,1 % del total de licencias emitidas en el país durante 2024, siendo el grupo diagnóstico más prevalente.
Estas cifras confirman que los factores psicosociales se han consolidado como uno de los principales desafíos estructurales dentro del mundo laboral. Abordarlos de forma integral ya no es una opción, sino una necesidad estratégica para la sostenibilidad de las empresas.
Riesgos psicosociales: un desafío transversal
Los riesgos psicosociales —como la sobrecarga laboral, la falta de participación, los estilos de liderazgo inadecuados o los entornos de alta presión— tienen consecuencias directas sobre el rendimiento y la estabilidad de los equipos.
Las organizaciones que han logrado avanzar en este ámbito coinciden en tres factores clave:
- Medición y monitoreo continuo. Incorporar indicadores de bienestar y clima organizacional permite anticipar situaciones críticas antes de que afecten la productividad.
- Integración de la prevención en la estrategia. Las decisiones sobre personas, estructura y procesos deben considerar la variable de bienestar como parte del análisis operativo.
- Formación de líderes conscientes. Los equipos directivos cumplen un rol central al promover una cultura de respeto, comunicación efectiva y equilibrio.
Bienestar como valor organizacional
De acuerdo con los reportes de Gallup y Deloitte, las empresas que gestionan activamente el bienestar presentan mayores niveles de rentabilidad, menor rotación y un aumento sostenido en la productividad.
Estos resultados evidencian que un entorno laboral saludable no solo beneficia a las personas, sino que también fortalece la competitividad y la reputación corporativa.
En el caso de los servicios transitorios, donde los equipos enfrentan entornos cambiantes y alta rotación, el desafío es aún mayor. El acompañamiento constante, la planificación preventiva y la comunicación clara son factores determinantes para mantener la estabilidad operacional y el sentido de pertenencia.
Mirar hacia adelante
La gestión del bienestar requiere una mirada de largo plazo. Supone revisar la estructura, los flujos de trabajo y la forma en que se toman las decisiones dentro de la empresa.
La prevención de los riesgos psicosociales debe abordarse como un proceso continuo, basado en datos, diálogo y mejora constante.
En Wall Partners, acompañamos a las organizaciones en este camino, entregando soluciones que integran seguridad, desarrollo de talento y cultura organizacional. Promover entornos laborales equilibrados es una inversión directa en productividad y sostenibilidad.
El bienestar de las personas es el punto de partida para el éxito de cualquier organización.