En un mundo laboral que cambia cada trimestre, muchas empresas siguen enfrentando el mismo dilema:
“¿Externalizamos o no?”,
“¿Nos conviene un proveedor más barato, o uno más cercano?”,
“¿Un socio o un ejecutor?”
Y es que cuando hablamos de outsourcing en Recursos Humanos, las expectativas que tienen las organizaciones no siempre coinciden con lo que realmente valoran en el camino. Como subgerente comercial, he tenido decenas de conversaciones con empresas que buscan apoyo externo. Y, con el tiempo, he identificado una brecha clara entre lo que creen que necesitan… y lo que finalmente descubren que hace la diferencia.
Lo que muchas empresas creen que necesitan:
- Un proveedor rápido, que entregue currículums en 48 horas.
- Tarifas lo más ajustadas posible.
- Soluciones listas para usar, sin mucho involucramiento.
- Un contrato sin letra chica y sin ataduras.
Lo que realmente valoran cuando viven la experiencia:
- Comprensión profunda del negocio: Un partner que pregunte, que entienda la cultura, el dolor y el ritmo del cliente.
- Flexibilidad: Que pueda adaptar el servicio si cambia el escenario, el perfil, o la urgencia.
- Confianza y continuidad: Que no tengan que explicar todo de nuevo cada mes. Que haya una persona que los conozca.
- Visión más allá del currículum: Apoyo estratégico para atraer, evaluar, retener y cumplir normativas.
- Acompañamiento humano: En procesos delicados, como desvinculaciones, rotaciones o cambios estructurales.
Parte de nuestro rol como consultores no es solo vender un servicio, sino también ayudar a clarificar la necesidad real. Muchas veces, el problema no está en la contratación de personal, sino en la cultura del equipo, en los procesos internos o incluso en la comunicación entre áreas. Y ahí es donde un buen partner puede hacer la diferencia.
Hoy, más que nunca, las empresas no quieren alguien que ejecute. Quieren un partner que piense con ellas. Que se adelante. Que les diga: “Cuidado con este perfil”, o “Aquí podemos optimizar procesos”. Y eso, no lo entrega una propuesta económica. Lo entrega la experiencia, la cercanía y la voluntad de construir relaciones a largo plazo

Sandra Uribe
Subgerente Comercial